[spa] La desnutrición calórico-proteica es común en los pacientes hemodializados. La
causa es multifactorial, y comprende ingesta alimentaria deficiente, trastornos
hormonales y gastrointestinales, restricciones rigurosas de la dieta, uso de
medicamentos que pueden influir en la absorción de nutrientes, diálisis insuficiente y
presencia de enfermedades intercurrentes. Todo esto unido al envejecimiento y a los
hábitos inadecuados, provoca un riesgo importante de desnutrición.
Se ha comprobado que una dieta hipoproteica evita la toxicidad urémica y previene,
en muchos casos las complicaciones de la insuficiencia renal crónica, (acidosis
metabólica, insulinorresistencia e hiperparatiroidismo secundario) la adecuación de la
ingesta proteica permite aminorar la toxicidad urémica y evitar complicaciones. La
inadecuación proteica por exceso o por defecto acelera el proceso catabólico y causa
acumulación de productos de desecho.
La evaluación nutricional es un proceso sistemático y prioritario en las unidades de
diálisis que ayuda a explicar la causa y el estado de los problemas relacionados con
la nutrición de estos pacientes. Para realizar la evaluación nutricional se utilizan
diferentes parámetros (antropométricos, bioquímicos, clínicos, dietéticos, actividad
física). Esta información permitirá la puesta en marcha de un adecuado plan de
diálisis, englobando esta educación nutricional en el plan de tratamiento integral del
paciente con Insuficiencia Renal Crónica.
El objetivo es identificar a aquellos pacientes en riesgo nutricional realizando un
diagnóstico de su grado de desnutrición y aplicando una intervención nutricional. La
hipótesis es que se conseguirá evitar el deterioro progresivo y permitir su
recuperación, lo cual se verá reflejado en una reducción de los riesgos asociados a la
malnutrición.
La muestra de estudio la constituirán 30 pacientes de ambos sexos que siguen
tratamiento en la unidad de diálisis del Hospital Rafael Méndez de Lorca, durante
1año. Los participantes se dividirán en grupo experimental con asesoramiento
dietético-nutricional, vigilando el aporte de los nutrientes de la dieta, pero sobre todo
en el aporte de proteínas diarias (0.6- a 0.8 gr/kg/día), y un grupo control sin control
dietético. A ambos grupos se les recomendará la práctica de unas 3 sesiones
semanales de actividad física (caminar 30 min). Se realizará seguimiento de 6
meses. Cada semana se realizará el recordatorio de 24 horas y se valorará el Patient
Generated Subjetive Global Assessment (PGSGA) y cada mes se realizarán análisis
antropométrico y sanguíneos para la evaluación de diversos parámetros bioquímicos
(creatinina, hematocrito, hemoglobina, colesterol sérico, trasferrina,glucosa,
BUN(nitrógeno ureico sérico) linfocitos y PCR( reacción en cadena de la polimerasa).