[spa] De cada vez más se pone de manifiesto el interés sobre los beneficios de los nutrientes
minerales en la salud humana. Diversos nutrientes se encentran implicados en la prevención de
algunas enfermedades o formación de compuestos naturales beneficiosos para nuestra salud y
nuestro bienestar. Una de las principales fuentes de elementos esenciales la encontramos en las
verduras, uno de los productos consumidos diariamente en la mayoría de hogares.
Una de las bases más importantes para desarrollar un cultivo es el suelo. El suelo posee
características físico-químicas que favorecen más o menos el desarrollo del cultivo y su
composición mineral. En las Balears contamos con un gran abanico de tipos de suelo pero en
este caso nos hemos fijado en dos suelos claramente diferentes a nivel de características
edafológicas. Uno de ellos es conocido popularmente como call vermell y se encuentra
prácticamente descarbonatado. El otro, conocido como terra argilosa, es un suelo altamente
carbonatado. Debido a las diferencias edáficas entre estos tipos de suelo, este trabajo se ha
centrado en la interacción entre el suelo y la planta, comparando la composición mineral de
diversos cultivos hortícolas en dos tipologías de suelo contrastadas. Por todo esto se han
realizado dos estudios diferentes. El primero de ellos en contenedor, con la finalidad de
controlar mejor las condiciones de cultivo, y el otro con muestreo en campo, con la intención de
comparar la composición elemental en función del manejo y la tipología de suelo.
Los resultados finales han sido variables en función del cultivo pero, por lo general, existen
pocas diferencias estadísticamente significativas entre tipologías de suelo. A pesar de ello, el
tipo de suelo influye en la concentración de ciertos elementos como el sodio o el fósforo,
aunque, por lo general, la composición mineral de las diferentes hortalizas analizadas presenta
valores similares sin apreciar diferencias entre manejo, finca y tipo de suelo.