[spa] Existen muchos campos de aplicación para la inteligencia artificial. La mayoría de
ellos persiguen mejorar los resultados de diferentes cálculos complejos. Sin embargo,
el campo de los videojuegos resulta muy interesante puesto que la inteligencia que
se busca no consiste en mejorar cálculos específicos, sino que se pretende mejorar la
experiencia de juego mediante la creación de un agente, cuyo comportamiento sea lo
más parecido posible al humano.
En el caso de los videojuegos de carreras, el principal problema reside en que
implementar el comportamiento de los oponentes para cada uno de los circuitos puede
resultar un esfuerzo impracticable para los desarrolladores.
Es aquí donde la inteligencia artificial juega un papel crucial, puesto que este esfuerzo
se puede reducir de forma drástica si se desarrolla un sistema capaz de entrenar
al ordenador de forma autónoma.
En este documento se realiza una breve explicación de las diferentes técnicas
utilizadas a lo largo de la historia para producir agentes artificiales capaces de jugar de
forma autónoma, y se lleva a cabo un estudio de dos de estas técnicas para generar un
agente capaz de conducir un vehículo por circuitos de diferentes características.