[spa] El dolor es un sistema de alarma que avisa de que hay un daño actual o
potencial, por lo tanto, permite protegernos de ese daño, constituyendo un
mecanismo de defensa (1). El dolor se califica como experiencia y no solo como
una mera sensación. Por tanto, se reconoce que, junto al componente sensorial
generado por la estimulación de las vías nerviosas (nocicepción), existe un complejo
componente exclusivamente individual que se traduce en un conjunto de emociones
que confiere al dolor su carácter único y personal.
Las personas expresan el dolor influenciados por factores como la edad, el
género, incluso por normas sociales y culturales del comportamiento frente al dolor.
El presente estudio tiene como objetivo aportar conocimientos en relación a la
evaluación del dolor y conocer cómo afecta el apoyo social en la sensibilidad del
dolor en niños sanos. Para ello se hizo un estudio experimental en una muestra de 60
sujetos sanos, en la ciudad de A Coruña. Las mediciones fueron realizadas durante
el mes de mayo de 2017, en la residencia del propio sujeto. Se ejecutó en una sesión
única que constó de entrevista guiada para la valoración del apoyo social con el
cuestionario MOS y utilización del algómetro de presión para la cuantificación de
los umbrales de dolor; la algometría fue realizada por un único examinador; se
realizaron tres mediciones en zona tenar y tres mediciones en el antebrazo, y
finalmente se definió el promedio de las tres mediciones. Las mediciones del umbral
de dolor con el algómetro fueron realizadas en tres momentos distintos: en un
primer momento, el sujeto estuvo acompañado por su padre o madre; en un segundo
momento, el sujeto estuvo acompañado de una persona ajena (desconocido); y,
finalmente, en un tercer y último momento el sujeto se encontraba solo.
La muestra estaba compuesta por dos grupos: el primer grupo de personas con
edades comprendidas entre 6 a 10 años, siendo 15 mujeres y 15 varones, y un
segundo grupo con edades comprendidas entre 12 a 16 años, siendo 15 mujeres y 15
varones. Se compararon datos cualitativos y cuantitativos para finalmente llegar a la
conclusión de que NO existe un efecto significativo del apoyo social sobre el
umbral de dolor en niños sanos. Pero sí fue posible observar que sí que existe
una diferencia significativa de la sensibilidad del dolor en relación al sexo, de
tal forma que los varones son menos sensibles al dolor en comparación a las
mujeres. También fue posible comprobar una diferencia significativa con relación
a la edad: los niños de 12 a 16 años son menos sensibles al dolor en comparación
con niños de 6 a 10 años.
A partir del presente estudio se pudo observar que si bien el apoyo social no
tiene influencia sobre la percepción del dolor en niños sanos, sí es importante tener
en cuenta para futuras investigaciones y valoraciones clínicas, la edad y el sexo del
paciente.