[spa] Este estudio pretende ser una primera aproximación a la realidad de un fenómeno que ha adquirido gran protagonismo en las Islas Baleares y, en particular, en la isla de Mallorca, en los últimos años: el alquiler de viviendas vacacionales.
Después de describir brevemente la importancia del turismo, como factor vertebrador de la sociedad y la economía del archipiélago Balear, sin olvidar sus repercusiones ambientales, pasamos a valorar la importancia del sector del alquiler turístico en el Estado español, las Islas Baleares y, particularmente, la isla de Mallorca, comparándola con la oferta turística tradicional.
Analizamos de oferta disponible en Mallorca, tanto a partir de las fuentes oficiales (DG de Turismo del GOIB), como de plataformas de comercialización directa (Airbnb) o estudios de aproximación estadística a partir de diversas plataformas comercializadoras, para concluir que una parte importante de la oferta real existente escapa de la regulación oficial establecida y nos centramos, posteriormente, en estudiar una zona donde este fenómeno aparece nítidamente reflejado: el casco histórico de Palma, destacando sus repercusiones no sólo económicas, sino sociodemográficas, como ejemplo de gentrificación.
Posteriormente, pero no por ello menos importante, analizamos el marco jurídico en que se mueve el alquiler turístico y las recientes normas que pretenden regular el alquiler de viviendas vacacionales, dotándolas de un marco específico que regule dicho tipo de oferta, con el establecimiento de unos marcos de calidad y servicios mínimos y estableciendo una capacidad máxima por zonas de gestión (PIAT de Mallorca, 2020).
Por último, llegamos a una serie de conclusiones principales generales entre las que podemos destacar la correlación existente entre el precio de la vivienda y el incremento de las viviendas destinadas al alquiler turístico, la existencia de fenómenos sociodemográficos y de cambios urbanos que se relación con dicho proceso y la existencia de una a priori adecuada normativa específica que, no obstante, ha mostrado hasta este momento su ineficacia para controlar buena parte de la oferta real existente