La
Diabetes
Mellitus
es
una
patología
crónica
caracterizada
por
una
hiperglucemia
prolongada
siendo
la
Diabetes
Mellitus
tipo
2
su
forma
más
común.
Esta
patología
ha
adoptado
actualmente
una
“dimensión
epidemiológica”,
en
el
año
2000
ocupó
el
tercer
lugar
como
causa
de
mortalidad,
sin
embargo
en
2004
pasó
a
un
segundo
puesto
desplazando
a
la
tercera
posición
a
los
tumores
malignos,
según
el
Ministerio
de
Sanidad.
Cuando
se
presenta
la
enfermedad
en
un
organismo
los
adipocitos,
hepatocitos
y
células
musculares
no
responden
correctamente
a
la
insulina,
son
resistentes.
En
el
desencadenamiento
de
la
patología
juega
un
papel
importante
la
genética
y
los
antecedentes
familiares.
A
su
vez
es
totalmente
necesario
tener
en
cuenta
el
estilo
de
vida
y
la
dieta;
uno
de
los
factores
que
influyen
en
la
patogenia
de
la
Diabetes
Mellitus
2
es
un
elevado
peso
corporal
sobretodo
en
la
zona
abdominal.
Cuando
un
individuo
presenta
esta
patología
posee
un
elevado
riesgo
a
sufrir
una
enfermedad
cardiovascular
que
esta
es
la
principal
causa
de
mortalidad
y
morbilidad
en
los
países
desarrollados;
el
estilo
de
vida
sedentario
actual
han
transformado
lo
que
antiguamente
se
consideraba
un
mecanismo
ventajoso
de
almacén
de
energía
en
un
elemento
perjudicial
que
posiblemente
sea
el
responsable
del
aumento
exponencial
de
la
obesidad,
el
síndrome
metabólico
y
la
diabetes.
El
proceso
aterosclerótico
se
acelera
cuando
existe
una
resistencia
a
la
insulina
y
una
hiperglucemia,
siendo
el
síndrome
metabólico,
la
obesidad
y
la
diabetes
factores
de
riesgo
elevado.
Llevando
a
los
especialistas
actuales
a
tratar
la
diabetes
no
solo
como
una
patología
endocrina
sino
como
vascular.
Las
incretinas
son
unas
hormonas
secretadas
en
el
intestino
y
liberadas
al
torrente
circulatorio
que
se
secretan
en
respuesta
a
la
ingestión
de
nutrientes.
Se
han
descrito
dos
principales
incretinas
el
péptido
similar
al
glucagón
y
el
polipéptido
insulinotrópico
dependiente
de
glucosa
que
poseen
una
elevada
variabilidad
de
acciones
antidiabetogénicas,
como
la
secreción
de
insulina.
En
la
actualidad
el
potencial
de
estas
hormonas
se
desarrolla
como
tratamiento
para
la
DM2,
tanto
la
reproducción
de
su
efecto
como
el
potenciamiento
de
estas.
Entre
los
efectos
positivos
descritos
como
tratamiento
a
la
patología
se
encuentra
la
disminución
del
peso
corporal,
la
reducción
del
riesgo
de
sufrir
una
patología
cardiovascular
o
la
eliminación
de
hipoglucemias
asociadas
a
los
tratamientos
convencionales
de
la
Diabetes
Mellitus
tipo
2.
Este
trabajo
analiza
las
incretinas
y
su
implicación
tanto
en
el
metabolismo
de
un
paciente
sano,
como
en
un
paciente
diabético.
Y
el
potencial
de
estas
tanto
en
el
tratamiento
de
la
Diabetes
Mellitus
2
como
en
las
enfermedades
cardiovasculares
asociadas
a
estas.
El
efecto
positivo
que
producen
las
incretinas
sobre
la
secreción
de
insulina
y
disminución
de
la
secreción
de
glucagón
es
bien
conocido
desde
hace
años,
no
obstante
su
aplicación
como
tratamiento
para
la
diabetes
es
más
que
reciente.
A
su
vez
las
incretinas
tienen
una
serie
de
potenciales
efectos
tangibles
en
las
patologías
secundarias
asociadas
a
la
diabetes,
como
las
patologías
cardiovasculares.