[spa] Las adicciones a tóxicos y fármacos con potencial adictivo suponen un problema de
salud muy difícil de erradicar en nuestra sociedad y que ha ido en aumento desde la
pandemia por COVID-19.
Las anfetaminas y sus derivados como la metanfetamina son potentes estimulantes del
sistema nervioso central que originalmente tienen un propósito terapéutico. No obstante,
dados sus efectos de euforia, aumento considerable de la concentración y del estado de
alerta, han acabado convirtiéndose en la droga de consumo de muchas personas.
Así como otros estimulantes como la cocaína comparten varias similitudes en cuanto a
sus efectos, tanto los deseados como los adversos, con la diferencia de que el efecto de
las anfetaminas es más duradero.
En esta revisión comprobaremos si existen estrategias de reducción de daños destinadas
a los consumidores de estimulantes de tipo anfetamínico y si estas tienen efectos
positivos sobre la reducción de eventos adversos a nivel cardiovascular, centrándonos en
infartos de miocardio, paros cardiacos, arritmias, y a nivel psiquiátrico, como los
episodios psicóticos y los delirios.