[spa] El actual trabajo tiene como finalidad profundizar en el estudio de la vegetación al tratarse del factor ambiental más importante a la hora de elaborar mapas de riesgo de incendios forestales. Incrementar en el estudio de la vegetación, así como en sus propias características físicas e interrelaciones, servirá para delimitar con mayor exactitud el nivel de riesgo existente en las áreas de interfase urbano-forestales. Los incendios se repetirán con asiduidad a lo largo del tiempo al tratarse de fenómenos intrínsecos de los ecosistemas mediterráneos. Por otro lado, se destacará que la vegetación ha desarrollado mecanismos para combatir la aridez (precipitaciones irregulares y temperaturas elevadas en la época estival), estrés hídrico e incluso incendios forestales. Se pretende aquí analizar las características físicas y cualitativas de la cobertura forestal mediante herramientas de teledetección. Los valores cualitativos obtenidos durante el análisis de la cobertura forestal y otros elementos ambientales demuestran que, claramente la vegetación es la variable que más pondera, siendo el factor constante de dicho riesgo. El resultado de la altura muestra que, para que el incendio se desarrolle con gran virulencia y poder destructivo, la vegetación del sotobosque ha de aumentar de forma gradual, como lo hace en todo el perímetro forestal. Además, la densidad, así como la velocidad de propagación, obtienen valores más elevados mientras se acercan a la zona urbana. Analizando el nivel de riesgo de incendio forestal el resultado era el esperado, el nivel de riesgo medio (equivalente al 54% del total) y alto (equivalente al 26%) predominan mientras avanzan al interior de la urbanización. Precisamente, una vez establecido el nivel riesgo en el perímetro de la urbanización, las áreas donde el sistema forestal es mínimo o prácticamente nulo, el grado del riesgo disminuye considerablemente. Si se elaboran estudios que tengan en cuenta el estado cualitativo de la vegetación en diferentes épocas del año, los mapas de riesgo serán más dinámicos. Así pues, el aumento del nivel del riesgo se ha incrementado por la confluencia paralela de tres procesos específicos: abandono y descuido del sistema forestal producido por el cambio del motor económico que ha sufrido la isla a partir de los años 50; el incremento de la reclasificación de diversos usos del suelo para combatir los problemas espaciales de reestructuración de la población (de rústico a urbanizable) y la gran expansión urbana situada en las zonas limítrofes al sistema forestal. Esta confluencia de conjeturas ha llevado a cabo que el riesgo y la sociedad, estemos más unidos.