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[spa] En este trabajo trataré la censura entre iguales, prestando especial atención
a algunas de las formas en las que, al margen de las leyes, la polarización de la
opinión propiciada por las redes sociales y por el modelo económico que
promueven–basado en la publicidad y la monetarización y que premia las
reacciones extremas a los mensajes–, dificulta alcanzar consensos al impedir
escuchar en un contexto adecuado opiniones distintas a las nuestras. Asimismo,
analizaré los motivos por los que considero que estas opiniones no representan al
conjunto de la sociedad debido al tipo de usuario altamente ideologizado que
participa con mayor frecuencia en sus foros y al incentivo económico que supone
expresar opiniones opuestas y críticas debido a la inmediatez del discurso de las
redes. De este modo, el que debiera ser un foro privado debido al intercambio de
opiniones entre particulares, se convierte en público y con consecuencias punitivas
al intervenir empresas y gobiernos compitiendo por la aprobación de consumidores
y votantes respectivamente.
Estos procesos contribuyen a que las opiniones no sean simplemente una
representación de nuestros pensamientos en un momento determinado, sino a
convertirse en una definición permanente de lo que somos y nuestro valor moral,
devaluando aquellas leyes e ideales comunes que debieran ayudarnos a tolerar la
diferencia. Si bien el discurso predominante exalta dicha diferencia, la polarización
que observamos en nuestras sociedades propicia movimientos de cancelación y
censura a los que contribuyen unas empresas económicas que, queriendo
presentarse como entidades morales, intentan evitar problemas de imagen
penalizando a sus propios empleados. De este modo, una diferencia de opinión que
podría haber enriquecido el debate público puede resultar en castigos de gravedad
por parte de entidades a las que no hemos concedido de manera consciente
capacidades punitivas.
Tras una presentación de estos factores, los analizaré en el contexto de la
Esfera pública de Jürgen Habermas, cuya referencia me parece de utilidad para
comprobar que valores de la actualidad dificultan su aplicación. Además, tendré en
cuenta las contribuciones a esta teoría de Nancy Fraser, así como sus trabajos
referentes al reconocimiento y la redistribución. Para Fraser el capitalismo ha
permitido fomentar el reconocimiento, pero al haberlo hecho a costa de la redistribución ha contribuido a la pérdida de valores de solidaridad y de consenso.
Fraser escribe sobre la gran importancia de los contrapúblicos subalternos para dar
poder a voces que anteriormente eran silenciadas por los grupos hegemónicos de la
Esfera pública, pero, a la vez, como la lucha con otros contrapúblicos subalternos
puede hacer que dejen de prestar atención al interés común en el momento en el
que abandonan ambiciones redistributivas. De este modo, el mismo capitalismo que
potencia la reivindicación de la diferencia, impide el respeto efectivo a la misma al
fomentar la competencia entre dichas voces. Asimismo, los gobiernos que debieran
ser responsables de velar por estos intereses comunes y el buen funcionamiento de
la Esfera pública, también se ven limitados por estas leyes de mercado al querer
evitar crisis de imagen que comprometan futuras victorias electorales. |
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