[spa] Para proteger la salud de las personas sin hogar, es fundamental implementar medidas y
proporcionar recursos básicos que aborden sus necesidades más básicas, como la
seguridad, alimentaria, higiene, medicación, sanidad y privacidad.
Los refugios seguros y adecuados se deben establecer con capacidad suficiente para
albergar a las personas sin hogar de manera segura, proporcionando camas limpias y
confortables, así como instalaciones sanitarias adecuadas, o Housing First (programas de
viviendas estables). Protegerlos de las condiciones ambientales climáticas extremas con
agua potable en intenso verano y ropa de abrigo en invierno.
En la alimentación es importante garantizar que las personas sin hogar tengan acceso a
una alimentación sana, como en los comedores sociales.
Atención sanitaria de manera especializada para las personas sin hogar, así como
asistencia móvil a las áreas con más poblaciones de riesgo.
Disponer de programas de prevención de enfermedades o infecciones de transmisión,
como intercambio de jeringas, preservativos, formación/información y productos de
higiene.
Es crucial garantizar que las personas sin hogar tengan acceso a instalaciones de
saneamiento adecuadas para mantener la higiene personal y alimentaria a fin de prevenir
enfermedades.
La población sin hogar es más vulnerable a las adicciones a sustancias tóxicas por lo que
tiene que contar con programas de prevención y desintoxicación.
Resulta muy importante el apoyo psicosocial y emocional, crear un ambiente de confianza
con los usuarios ya que la intención es re-insertarlos en una vida saludable y
autosuficiente. Este aspecto cobra gran importancia a la hora de superar adicciones,
relaciones sociales y búsqueda de trabajo.
Estas medidas y recursos básicos tan fundamentales para proteger la salud de las personas
sin hogar y ayudarles a salir de la situación de calle de manera segura y sostenible no son
ni más ni menos que los pilares básicos de los determinantes sociales.