[spa]A la vez que la molécula de oxígeno permite la producción de energía en la célula, produce
especies reactivas de oxígeno (ROS) que conllevan a una serie de cambios bioquímicos indicativos de
estrés oxidativo. A medida que aumenta la fosforilación oxidativa en respuesta al ejercicio, habrá un
aumento concomitante de los radicales libres. Para hacer frente a este entorno, se han desarrollado
una serie de compuestos antioxidantes y enzimas reparadoras. En el presente trabajo se examina un
marcador de daño oxidativo (malondialdehído: MDA), dos enzimas antioxidantes endógenas
(catalasa: CAT, y superóxido dismutasa: SOD), así como una enzima prooxidativa (mieloperoxidasa:
MPO). También se determina la capacidad antioxidante a través del método de FRAP y un
antioxidante exógeno (polifenoles). Los parámetros fueron medidos en un total de 72 individuos,
tanto hombres como mujeres, contando con un grupo control y un grupo activo físicamente para
cada género. En los sujetos que realizan ejercicio físico regular se observa un descenso del estrés
oxidativo y, consigo, del daño oxidativo. Las defensas antioxidantes endógenas sufren adaptación
incrementando su actividad tras el ejercicio regular, así como la capacidad antioxidante total (FRAP).
La actividad de los antioxidantes exógenos es independiente del ejercicio físico. Los resultados en
sujetos activos sugieren que el sistema antioxidante adquiere eficacia frente a la mayor producción
de radicales libres durante el ejercicio regular en individuos de edad avanzada respecto a individuos
sedentarios.