[spa] Introducción. En España aproximadamente 4 millones de personas sufren enfermedad renal, de las cuales 46.000 necesitan tratamiento sustitutivo. Los pacientes con enfermedad renal se caracterizan por bajos niveles de actividad física y una vida sedentaria. La intolerancia a la actividad es un predictor importante de mortalidad en la población que padece insuficiencia renal crónica.
Objetivos. El objetivo de este trabajo es conocer los beneficios que tiene el ejercicio físico en pacientes sometidos a hemodiálisis, así como conocer las limitaciones que les hace llevar una vida poco activa. Por otro lado, también es de interés conocer los aspectos psicológicos que se ven afectados y el momento y lugar adecuados para que realicen ejercicio.
Estrategias y resultado de la búsqueda bibliográfica. Se ha realizado una revisión bibliográfica en bases de datos como PUBMED, BVS y EBSCOhost. Se han obtenido un total de 200 resultados de los cuales 25 han sido incorporados al presente trabajo.
Discusión. La intolerancia al ejercicio presentada en pacientes con IRC se debe a la disminución de la aptitud física, causada por su baja capacidad de transporte de oxígeno y por la disminución de la extracción de oxígeno de la musculatura esquelética periférica.
Conclusiones. La literatura aconseja que se debe incorporar el ejercicio como una parte fundamental del tratamiento de mejora en los pacientes con enfermedad renal, sobre todo en aquellos sometidos a hemodiálisis (HD). El ejercicio físico a corto plazo mejora el grado de fatiga, la calidad de vida y la carga de la enfermedad.