[spa] Parece existir una relación entre las dificultades de lenguaje y el acoso escolar (Rice, 2016). La literatura señala que las personas con problemas de lenguaje presentan una tasa superior de acoso que sus iguales. Además, las habilidades socioemocionales actuarían como factor protector en casos de acoso (Hai Le et al., 2017) regulando también su aparición en casos de lenguaje (Valera-Pozo et al., 2016). Diversos factores lingüísticos como la pragmática, si son deficitarios, establecen un nexo entre los trastornos del lenguaje y el acoso escolar (Girard et al., 2017).
Los dos objetivos responden a dos preguntas: (1) ¿Cómo interactúan las dificultades de lenguaje y el acoso escolar? (2) ¿Qué variables pueden modificar esta interacción?
Nuestra hipótesis establece que existe una relación entre presentar dificultades de lenguaje y padecer acoso: la frecuencia de victimización sería mayor en casos con dificultades del lenguaje. Además, factores lingüísticos, cognitivos, socioemocionales y de personalidad pueden relacionarse con ambos fenómenos, pudiendo ser factores de riesgo o protectores.
Se han evaluado tres muestras: una longitudinal (N=28), una retrospectiva (N=104) y una transversal (N=54). Las muestras longitudinal y transversal estaban formadas por un grupo de niños/as con trastorno del desarrollo del lenguaje (sin otras dificultades) y otro grupo control con desarrollo típico y similares características sociodemográficas. La muestra retrospectiva estaba formada por adultos.
En las muestras longitudinal y transversal se utilizaron pruebas para medir la cognición, las capacidades lingüísticas y socioemocionales y la victimización. Además, en la muestra retrospectiva se añadieron cuestionarios para evaluar el bienestar psicológico y las características de personalidad.
La muestra longitudinal fue evaluada a los 5 y a los 12 años, mientras que la muestra transversal se compuso de jóvenes entre 4º y 6º de primaria. Las evaluaciones se realizaron de manera presencial.
Por otra parte, la muestra retrospectiva fue evaluada telemáticamente, accesible en general para adultos de las Islas Baleares.
Los jóvenes con dificultades de lenguaje muestran peor ajuste escolar, habilidades sociales y adaptación y más problemas emocionales que sus controles. Se revela que la implicación familiar en su educación supone un factor protector. Adicionalmente, estos jóvenes sufren mayores niveles de victimización que sus compañeros, aunque estos datos dependen del informante (uno mismo, compañeros/as o tutor/a).
Entre los efectos a largo plazo del acoso, destacan dificultades para la regulación emocional y una más baja autoestima en las víctimas, mientras que los agresores destacan por su alta sensibilidad a la recompensa y frialdad emocional. Los factores que mejor predicen una situación de acoso serían la sensibilidad a la recompensa para los agresores y el bajo ajuste psicológico (mayor ansiedad, estrés y depresión) en las víctimas.
Los resultados obtenidos son relevantes para la prevención e intervención del acoso escolar, en cualquier tipo de población. Así, resalta la importancia de realizar una buena identificación temprana, además de trabajar las habilidades socioemocionales de manera global, incluyendo la intervención con el individuo, la escuela y la familia como una alternativa que pueda proteger ante la aparición de este fenómeno.