[spa] Desde los años 50 del siglo pasado, cuando surgieron los primeros antidepresivos (p. ej., IMAO y tricíclicos), todos los fármacos desarrollados en clínica se han basado en mejorar de alguna manera la hipofunción monoaminérgica asociada con la depresión. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto mucho esfuerzo en desarrollar fármacos con mecanismos de acción novedosos, como la ketamina (recientemente aprobada para depresión resistente al tratamiento) o los psicodélicos serotoninérgicos, que administrados a dosis sub-anestésicas presentan una acción antidepresiva ultrarrápida. En este contexto, se presentan evidencias preclínicas y clínicas que avalan el posible desarrollo del cannabidiol, un fitocannabinoide no-psicomimético derivado de la planta Cannabis sativa, como un nuevo fármaco antidepresivo. Los resultados a nivel preclínico parecen concluir que el cannabidiol presenta cierto potencial antidepresivo, aunque denotan que la magnitud en la respuesta terapéutica depende de varios factores (p. ej., animales utilizados, sexo biológico, estrés previo, tratamiento aplicado, etc.). Sin embargo, aún son pocas las evidencias del cannabidiol a nivel clínico en el contexto de la depresión mayor, por lo que se hace evidente la necesidad de incrementar los ensayos clínicos que avalen su futura traslación a la clínica