[spa] En la enseñanza tradicional se ha tendido a centrar la formación en habilidades
técnicas y específicas de la disciplina (hard skills), que son generalmente de
naturaleza cognitiva. No obstante, el entorno laboral requiere también de
habilidades dinámicas y no visibles (soft skills), que facilitan el trabajo en
equipo en organizaciones profesionales, y mejoran el potencial y la
satisfacción laboral de los trabajadores, cuyo talento se considera una mezcla
de habilidades técnicas y transversales (hard and soft skills) (Robles, 2012). Los
estudiantes prefieren desarrollar sus competencias transversales a partir de
interacciones mentoras con expertos y colegas (Ahmad et al., 2017), por lo
que se hace necesario incorporar estas habilidades en el entorno académico.
Para iniciar esta formación, es necesario despertar en el estudiantado la noción
de autopercepción para que sean capaces de autoproponer oportunidades de
cambio.