Este artículo busca hacer una lectura queer de la autora dominicana Rita Indiana Hernández, utilizando como asidero la noción de monstruosidad, como tropo de las diferencias en los cuerpos, sexualidades, sujetos y temporalidades disidentes que se presentan en la narrativa de esta autora. A partir de la relectura de Braidiotti, y aterrizándola en la Republica Dominicana para también releerla, se analiza las articulaciones de raza, etnia y sexualidad que sus novelas proponen y que dialogan con la propia construcción de la autora, una monstrua que pone al cuerpo y sus discursos, como temas centrales y que reactualiza la posibilidad de habla de los subalternos.