[spa] Aunque se sabe que existe una relación bidireccional entre el sueño y el dolor crónico,
y que las personas con dolor crónico experimentan una calidad del sueño significativamente
inferior en comparación con quienes no lo padecen, la relación con la higiene del sueño ha sido
menos investigada. Por tanto, este estudio tiene como objetivo analizar la influencia de la
higiene del sueño en aspectos como la intensidad e interferencia del dolor, los niveles de
ansiedad ante dolor, la percepción general de salud y la calidad del sueño. Participaron 266
personas con dolor crónico, seleccionando finalmente a 119 mujeres según criterios específicos
de inclusión. Todos los participantes tuvieron que contestar un formulario online compuesto
por los siguientes instrumentos: Índice de Higiene del Sueño (SHI), Índice de Calidad de Sueño
de Pittsburgh (PSQI), Cuestionario Breve de Dolor (BPI), Escala de Síntomas de Ansiedad
Ante el Dolor (PASS-20) y el Cuestionario de Salud (SF-12). Los resultados del estudio
revelaron que una deficiente higiene del sueño se asoció con una mayor interferencia del dolor
y a elevados niveles de ansiedad fisiológica. Estos hallazgos sugieren que las personas con una
higiene del sueño deficiente sufren una interferencia más intensa del dolor, afectando su ánimo,
movilidad, desempeño laboral, relaciones personales, sueño y disfrute de la vida. Además,
experimentan mayores niveles de ansiedad fisiológica ante el dolor, con síntomas como
temblores, palpitaciones, mareos, náuseas y dificultades para calmarse, lo que aumenta el
malestar físico. Por tanto, mejorar la higiene del sueño podría aumentar el bienestar de las
mujeres con dolor crónico, reduciendo el impacto del dolor en estos aspectos.
[eng] Although it is known that there is a bidirectional relationship between sleep and chronic pain,
and that people with chronic pain experience a significantly lower sleep quality compared to
those without, the relation with sleep hygiene has been less well researched. Therefore, this
study aims to analyze the influence of sleep hygiene on aspects such as pain intensity and
interference, pain anxiety levels, general health perception and sleep quality. A total of 266
people with chronic pain participated, with a final selection of 119 women according to specific
inclusion criteria. All participants had to answer an online form composed of the following
instruments: Sleep Hygiene Index (SHI), Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI), Brief Pain
Questionnaire (BPI), Pain Anxiety Symptom Scale (PASS-20), and the Health Questionnaire
(SF-12). The results of the study revealed that poor sleep hygiene was associated with increased
pain interference and elevated levels of physiological anxiety. These findings suggest that
people with poor sleep hygiene suffer more intense pain interference, affecting their mood,
mobility, work performance, personal relationships, sleep and enjoyment of life. They also
experience higher levels of physiological anxiety in response to pain, with symptoms such as
tremors, palpitations, dizziness, nausea and difficulty calming down, increasing physical
discomfort. Improving sleep hygiene could therefore increase the well-being of women with
chronic pain, reducing the impact of pain on these aspects.